Calgary se enfrenta a una grave escasez de agua mientras continúa por tercer día consecutivo una importante avería en la tubería principal de Bowness. Las autoridades municipales han expresado su grave preocupación por el riesgo de que el suministro de agua de la ciudad se agote debido a que los residentes no siguen las restricciones de agua.

A pesar de las reducciones iniciales en el uso del agua, el consumo aumentó significativamente el jueves por la noche. Este aumento ha puesto a Calgary en una situación precaria en la que el consumo de agua supera ahora la capacidad de producción.

“Si los calgarianos no reducimos el consumo de agua, corremos el riesgo de quedarnos sin ella”, advirtió la ciudad en un reciente comunicado. Se insta a los residentes a reducir su consumo de agua en un 25% con respecto a los niveles del jueves. Entre las medidas sugeridas figuran acortar las duchas, saltarse algunas descargas del inodoro y posponer el lavado de la ropa.

Nancy Mackay, Directora de Servicios de Agua de la ciudad, insistió en la necesidad de un esfuerzo colectivo: “Al igual que nos unimos en las inundaciones de 2013, para ahorrar toda el agua que pudimos, necesitamos que todos hagan su parte”.

La avería, identificada el miércoles por la tarde, afecta a una tubería crucial instalada en 1975 que canaliza el agua desde una instalación de tratamiento directamente al embalse de la ciudad. Esta interrupción ha impuesto restricciones obligatorias de agua tanto a residentes como a empresas.

La ciudad ruega a las empresas que suspendan el consumo de agua no esencial. Los servicios esenciales, como hospitales y restaurantes, están exentos de estas restricciones, pero se pide a todas las demás empresas que cesen actividades como el lavado de obras, la aplicación de pesticidas y la limpieza no esencial.

Además, se anima a los residentes a limitar el uso de aparatos y prácticas que consumen mucha agua, como lavavajillas, lavadoras y duchas largas. La ciudad también recomienda utilizar barriles de lluvia para el riego de exteriores.

A pesar de las peticiones urgentes, algunos residentes y empresas hacen caso omiso de las restricciones. El jueves, la policía respondió a 56 llamadas relacionadas con el uso indebido del agua, y las multas por incumplimiento empiezan en 3,000 dólares. Las infracciones de una prohibición de incendios impuesta, destinada a reducir el uso de agua relacionada con la extinción de incendios, también conllevan multas importantes.

En respuesta a la crisis, se han desplegado nueve camiones cisterna en Bowness para facilitar el acceso al agua potable, ya que sigue vigente el aviso de hervir el agua. Los Alberta Health Services (AHS) y las autoridades municipales están controlando la calidad del agua mediante análisis continuos.

Los servicios municipales también se han visto interrumpidos, con el cierre de piscinas, centros de arte y la suspensión del barrido de calles en varios barrios. La ciudad ha redirigido la distribución de agua desde la planta de tratamiento de agua de Glenmore para gestionar la escasez.