La alcaldesa de Calgary, Jyoti Gondek, informó el martes a los ciudadanos que podían volver a hacer un uso normal del agua. Este anuncio se produjo casi un mes después del inicio de la crisis de abastecimiento de agua, durante la cual se instó a los residentes a conservar el agua para evitar agotar las reservas de la ciudad. A pesar de estos avances, Gondek pidió a los residentes que fueran moderando el uso del agua para garantizar un suministro estable para todos.

La catastrófica avería del colector de Bearspaw el 5 de junio, que ya se ha restablecido al 50% de su capacidad, fue la causa principal de la crisis. El Ministro de Asuntos Municipales, Ric McIver, y Michael Thompson, Director General de Servicios de Infraestructuras de la ciudad de Calgary, se unieron a Gondek en la rueda de prensa para hablar de la situación. Thompson insistió en la necesidad de mantener la cautela y pidió a los residentes que aumentaran gradualmente el consumo de agua para evitar sobrecargar el sistema.

Aunque nunca se impusieron oficialmente restricciones de agua en interiores, los funcionarios habían estado instando a los calgarianos a minimizar el consumo de agua para salvaguardar el suministro de la ciudad. El anuncio indicaba que las medidas tomadas por los residentes habían ayudado significativamente, y el uso de agua en interiores podía volver a la normalidad. Sin embargo, Gondek sugirió que se retrasaran tareas como el lavavajillas y la lavandería hasta que el sistema se recupere por completo.

A medida que se acerca la Estampida de Calgary, preocupa el impacto del aumento del turismo en el sistema hídrico de la ciudad. Gondek señaló que, aunque el consumo de agua suele aumentar en julio, no se dispara necesariamente durante la Stampede. También señaló que muchos habitantes abandonan la ciudad durante este periodo, lo que podría equilibrar la demanda global. Se animará a los turistas a ahorrar agua en la medida de lo posible.

La ciudad sigue sufriendo restricciones en el uso del agua en exteriores y una prohibición de fuegos, sin una fecha clara de cuándo se retirarán. La reciente crisis también ha afectado a los municipios cercanos que dependen del suministro de agua de Calgary. McIver destacó la presión financiera que la crisis ha supuesto para la ciudad, e indicó que se prevén conversaciones con la provincia sobre los costes.

En una segunda rueda de prensa celebrada más tarde el martes participaron Sue Henry, jefa de la Agencia de Gestión de Emergencias de Calgary, y Francois Bouchart, director de prioridades e inversiones de capital de la ciudad. Henry compartió su alivio por la mejora de la situación, pero aconsejó a los residentes que siguieran conservando el agua para evitar saturar el sistema. También anunció que la mayoría de las piscinas volverían a abrir el miércoles.

De cara al futuro, en la reunión del comité de infraestructuras y planificación de la ciudad de Calgary que se celebrará el miércoles se debatirá la posibilidad de realizar una revisión independiente de la avería. McIver señaló que la inesperada ruptura, ocurrida en una tubería que debía durar 100 años pero sólo duró 50, subraya la importancia de mantener e invertir en infraestructuras hídricas.