La controvertida ley sobre artículos de un solo uso, incluida la polémica normativa sobre bolsas, ha sido oficialmente desechada tras enfrentarse a una creciente oposición ciudadana. Lo que en su día se consideró un paso hacia la concienciación medioambiental se convirtió en un foco de frustración entre los ciudadanos, que culminó con una importante victoria para quienes no se sentían escuchados por las autoridades municipales.

La alcaldesa Jyoti Gondek, reconociendo el fracaso de la estrategia, admitió que la ciudad podría haberse comprometido antes con los calgarianos para gestionar las expectativas. Esta admisión se produce en un contexto de descontento en el que muchos se sentían privados de sus derechos por lo que percibían como una extralimitación de las autoridades municipales.

La decisión de revocar la ordenanza no estuvo exenta de detractores. Aunque la mayoría de los miembros del consejo se alinearon con el sentir de la opinión pública, tres concejales – Courtney Walcott, Kourtney Penner y Gian-Carlo Carra – se mantuvieron firmes en su apoyo, poniendo de manifiesto una división en el seno del consejo.

La Primera Ministra, Danielle Smith, expresó su satisfacción por la decisión y la calificó de victoria del sentido común sobre la ideología. Sus comentarios resonaron entre muchos que consideraban que la ordenanza era emblemática de la extralimitación gubernamental.