Este fin de semana, miles de voluntarios se preparan para contribuir a la protección del medio ambiente de Calgary participando en la 57ª edición de la limpieza anual de senderos y ríos. Lo que empezó como un simple acto de preocupación por el medio ambiente por parte de una niña de 12 años se ha convertido en una tradición de acción y responsabilidad comunitaria en toda la ciudad.

En 1967, la joven Sandra Crawford vio un colchón flotando en el río Elbow durante uno de sus paseos. Aunque no pudo resolver el problema por sí sola, su determinación desencadenó una reacción en cadena de cambios positivos. Sandra escribió una sentida carta al Calgary Herald, encendiendo la chispa que se convertiría en esta iniciativa anual de limpieza.

Este año, los voluntarios se han unido, han formado grupos y se han apuntado a sus tareas en las zonas de limpieza designadas por la ciudad. Armados con bolsas y guantes, recorrerán diligentemente los caminos y las orillas del río, recogiendo la basura y los escombros que empañan la belleza natural de su querida ciudad.

Desde envoltorios desechados hasta objetos de mayor tamaño, como colchones abandonados, no se dejará basura atrás. Los voluntarios se asegurarán de que todos los residuos recogidos encuentren su lugar adecuado, ya sea en los contenedores de basura cercanos o apilados ordenadamente para que los recoja el personal municipal.

Mientras la limpieza se extiende de viernes a domingo, la ciudad de Calgary se prepara para un futuro más limpio y ecológico, gracias a la dedicación y la pasión de sus ciudadanos.