Una reciente encuesta en línea realizada por SecondStreet.org en colaboración con Leger ha revelado un fuerte apoyo entre los canadienses a las políticas que restringen el uso del teléfono móvil en las escuelas. Según la encuesta publicada el lunes, el 55% de los encuestados está a favor de la prohibición total del uso del teléfono móvil por los alumnos, mientras que otro 36% cree que los teléfonos móviles sólo deberían permitirse bajo la dirección de un profesor.

El director de comunicaciones de SecondStreet.org, Dom Lucyk, se mostró sorprendido por el abrumador consenso, y declaró: “Es raro ver un consenso tan fuerte sobre un tema concreto”. Lucyk subrayó que, independientemente del alcance de las restricciones, la mayoría de los canadienses perciben los teléfonos móviles como una importante distracción en las aulas y abogan por su regulación.

Siguiendo los puntos de vista dominantes, sólo el cinco por ciento de los encuestados se mostró partidario de un uso no restringido del teléfono móvil, y otro cuatro por ciento manifestó su incertidumbre al respecto.

Los resultados de la encuesta se producen en medio de debates políticos en curso en varias provincias canadienses. Ontario ha anunciado recientemente una política híbrida que prohíbe el uso del móvil a los alumnos de 6º curso y cursos inferiores, y lo autoriza, con la aprobación del profesor, a los de 7º curso y cursos superiores. En Alberta, las autoridades escolares conservan la autonomía para establecer sus propias directrices sobre el uso del teléfono móvil para los alumnos de primaria y secundaria.

El gobierno provincial de Alberta, consciente de los posibles beneficios e inconvenientes educativos del uso del teléfono móvil, está estudiando los resultados de su propia encuesta sobre el uso del teléfono móvil. La provincia reconoce que los teléfonos móviles son herramientas útiles para la investigación, la comunicación y los contactos de emergencia, pero también reconoce su potencial como factores de perturbación en los entornos educativos.

La información recabada desempeñará un papel crucial en las futuras decisiones políticas sobre el uso de teléfonos móviles en las escuelas de Alberta.