Los pronosticadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE. UU. han emitido una rara alerta de tormenta geomagnética de categoría G4, la primera desde 2005, anticipando que las luces del norte podrían ser visibles hasta el norte de California y Alabama. La tormenta, generada por un conjunto de manchas solares 16 veces el diámetro de la Tierra, se espera que lleve auroras a los cielos canadienses el viernes por la noche y potencialmente durante el fin de semana.

El oeste de Canadá parece estar preparado para condiciones óptimas de visualización, con cielos despejados o mayormente despejados pronosticados para la mayor parte de Columbia Británica, Alberta y Saskatchewan, así como también en partes alrededor de Winnipeg, en el sur de Manitoba. Sin embargo, las provincias del este, particularmente la región marítima, podrían perderse el deslumbrante espectáculo debido a las condiciones nubladas.

A pesar de que el espectáculo visual promete cautivar a la audiencia, los expertos advierten sobre posibles interrupciones en las redes eléctricas, sistemas de navegación y redes de comunicación. Shawn Dahl, pronosticador de clima espacial de NOAA, subraya la gravedad de la tormenta inminente, advirtiendo sobre su capacidad para inducir corrientes eléctricas en las redes eléctricas e impactar la comunicación por satélite.

A pesar de los posibles riesgos para la infraestructura, Robyn Fiori, del Servicio de Información de Riesgos Canadiense, tranquiliza diciendo que los operadores de la red eléctrica están bien preparados para manejar tales eventos, basándose en experiencias pasadas como el apagón de 1989 en Hydro-Québec. Sin embargo, la radioafición y los sistemas de comunicación de alta frecuencia utilizados en operaciones de aviación y marítimas podrían enfrentar interrupciones.