El presidente de Argentina, Javier Milei, continúa desafiando la inflación del país con medidas audaces destinadas a estabilizar la economía y reducir la escalada de precios.

En un anuncio sorpresa el martes, el gobierno informó que la inflación mensual de febrero se redujo al 13,2%, marcando el segundo mes consecutivo de desaceleración. Esto contrasta con las tasas alarmantes registradas en meses anteriores, con una inflación anual que sigue siendo la más alta en tres décadas, superando el 276,2% en febrero.

Milei, conocido por su enfoque anarcocapitalista, asumió el cargo en diciembre y desde entonces ha implementado una serie de medidas radicales. Estas incluyen una devaluación del 50% de la moneda nacional y la eliminación de subsidios estatales en energía y transporte, todo en un esfuerzo por controlar la inflación.

A pesar de las críticas y la advertencia de Milei sobre el impacto inicial negativo en el empleo y los salarios, el gobierno se mantiene firme en su compromiso con una “fuerte disciplina fiscal”. Sin embargo, los analistas anticipan un posible repunte de los precios en marzo debido a aumentos en los costos de energía, combustible y servicios.

La urgencia de abordar la inflación es evidente, ya que aproximadamente el 40% de la población argentina vive en la pobreza. Milei ha defendido sus medidas como necesarias para revitalizar la economía y brindar estabilidad a los ciudadanos argentinos, aunque el camino hacia la recuperación económica sigue siendo desafiante.