En Lincolnshire, Inglaterra, un grupo de arqueólogos aficionados ha hecho un descubrimiento asombroso, desenterrando uno de los mayores dodecaedros romanos jamás registrados. Con aproximadamente 8 centímetros de diámetro, este objeto de doce lados presenta una artesanía intrincada y un propósito misterioso que sigue desconcertando a los investigadores.

El hallazgo, realizado por el Grupo de Historia y Arqueología de Norton Disney, ha suscitado intriga en la comunidad arqueológica. Con solo 33 artefactos similares conocidos en la Britania romana y aproximadamente 130 en todo el mundo, este dodecaedro se destaca como una reliquia rara y enigmática del pasado.

A pesar de su prevalencia en círculos arqueológicos, la verdadera función de estos objetos sigue siendo motivo de debate. Richard Parker, secretario del grupo de Norton Disney, destaca la singularidad de su descubrimiento, señalando su condición prístina y la ausencia de daños, lo que sugiere un valor significativo para sus creadores y usuarios.

Aunque abundan las teorías sobre su propósito, que van desde lo religioso hasta la ayuda en la navegación, la ausencia de referencias históricas claras y representaciones pictóricas complica el asunto. Parker sugiere una importancia religiosa o ritualística, citando la proximidad del dodecaedro a una pequeña figurina romana de un dios montado, descubierta en las cercanías, lo que apunta a posibles conexiones con prácticas religiosas antiguas.

La próxima exhibición del artefacto en el Museo de Lincoln ofrece una oportunidad para que expertos y entusiastas examinen el dodecaedro de cerca, reavivando discusiones e investigaciones sobre su papel en la sociedad romana antigua.